La decisión de acudir a un servicio de mamografía en busca de un diagnóstico precoz es una decisión individual, por ello es importante que la mujer esté bien informada y tome la decisión con el máximo de información, si bien es cierto que muchas veces esta decisión se toma de la mano de su médico, que es quien conoce los antecedentes clínicos de la paciente.
No existe un consenso unánime sobre cuando hay que iniciar la prevención del cáncer de mama. La Sociedad Española de Ginecología (SEGO) recomienda iniciar estos controles a los 40 años con posibilidad de un estudio basal desde los 35 a los 39 años. La periodicidad recomendada es de 1-2 años.
Los programas oficiales de cribado poblacional en nuestro país empiezan entre los 45 y los 50 años y se basan sólo en la mamografía como método de cribado en paciente asintomático.
Teniendo en cuenta que 20% del cáncer de mama aparece en menores de 50 años, etapa en la que la mamografía es menos eficaz debido a la densidad de las mamas, la ecografía puede ser un buen complemento en mujeres con mamas densas.
La importancia de esta prueba exige que quienes la practiquen pertenezcan a un entorno altamente especializado, lo que denominamos una UNIDAD DE PATOLOGÍA MAMARIA.
Es precisamente en este tipo de unidades especializadas donde hallarás profesionales capaces de manejar todo el rango de complejidades de las patologías mamarias benignas y malignas dado que disponen y dominan todas las técnicas de diagnóstico por imagen (mamografía, ecografía y resonancia magnética) y de intervencionismo mamario (biopsias, localizaciones quirúrgicas, marcadores…).
En caso de que acudas a un centro para tu detección precoz por la derivación de tu ginecólogo (cribado oportunista) debes saber que es importante que la mamografía y la ecografía o el resto del estudio de tu mama lo practique un mismo facultativo o equipo y que éste sea alguien superespecializado en la mama. Es una vez al año que dedicamos a nuestras mamas y vale la pena que la exploración tenga la mayor calidad posible. Si puedes elegirescoge un equipo que reúna buenos criterios de calidad.
Igualmente es importante la calidad de los equipos. Los equipos más avanzados y que proporcionan menor radiación son los de mamografía digital directa y los que disponen de posibilidad de mamografía 3D o tomosíntesis. Además los nuevos equipos incorporan diseños para conseguir que dicha exploración sea lo menos incómoda para la paciente.
La mamografía puede detectar el cáncer de forma precoz pero en caso de mamas densas (algo muy frecuente en menores de 50 años) su sensibilidad disminuye. Es por eso que en los casos que el radiólogo detecta una densidad muy elevada puede proponer complementar el estudio con una ecografía.
Ambos estudios realizados de forma complementaria pueden detectar hasta un 90% de los casos de cáncer de mama siempre que sean manos expertas.
¿POR QUÉ?
El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en mujeres y la primera causa de mortalidad por tumores en la mujer. En nuestro entorno la incidencia es de 1 de cada 8-9 mujeres. En España esto supone más de 26.000 nuevas afectada al año y unas 6.000 fallecidas al año.
Estas son poderosas razones para hacer algo que evite la mortalidad por esta causa y mejore la calidad de vida de las mujeres que padecen un cáncer de mama.
Los estudios con mamografía junto con las mejoras en los tratamientos han permitido una disminución del 40 % la mortalidad por cáncer de mama. La supervivencia a los 5 años es superior al 80% en estos momentos. Los tumores menores de 10 mm tienen tasas de supervivencia superiores al 90% siendo este el objetivo del cribado.
¿QUÉ RIESGO TIENE?
La radiación de la mamografía tiene un riesgo casi despreciable en la salud de los pacientes, es por eso que la mamografía anual es una práctica segura.
El riesgo más frecuente de la mamografía es la ansiedad que pueden conllevar los estudios que genera hasta determinar si se tiene o no un cáncer. Es por eso que un estudio de calidad debe conducir a tener una opinión diagnóstica segura en el menor tiempo posible. En un equipo multidisciplinar siempre se practicarán todos los estudios necesarios para que esa incertidumbre sea lo más corta posible. Es importante por esta razón que el especialista en mamografía dirija toda la investigación.
Por otro lado, existe la posibilidad de detectar lesiones que no comporten riesgo para la vida de la mujer pero que al ser detectadas en la mamografía, comporten un tratamiento. En estos momentos no podemos diferenciar algunos tipos de tumores poco agresivos a los que en un futuro dejaremos de tratar.
La mamografía por si sólo detecta un 70% del cáncer de mama por eso, se debe tener en cuenta que una mamografía negativa no nos debe dejar falsamente tranquilos. Es importante saber que si existe algún síntoma debe hacerse una exploración y de nuevo técnicas de imagen como ecografía y si es necesario una nueva mamografía.
Por todo esto la decisión de hacerse una mamografía debe ser una decisión consciente, valorando toda esta información. Puedes hablarlo con tu médico y seguro que puede ayudarte.
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Fuente: Dra. Pilar Manchón