Las piedras en la vesícula (cólico biliar, litiasis biliar) son causadas por el depósito progresivo de materias sólidas como colesterol o proteínas en la vesícula biliar o en el conducto biliar. El cólico biliar es la dolencia más frecuente y peligrosa de la vesícula y del conducto biliar.
Casi todas las enfermedades de los conductos biliares están relacionadas con la aparición de cálculos en su sistema de drenaje. En los países occidentales industrializados, entre el 10 y el 15% de las personas adultas padecen esta dolencia, aunque sólo el 25% de los afectados manifiestan su clínica. Esta patología es más frecuente en mujeres que en hombres. Entre los factores de riesgo se encuentran, principalmente, la obesidad y los altos índices de albúmina.
El síntoma más característico de las piedras en la vesícula es un dolor agudo en la región derecha del epigastrio llamado cólico hepático. Este síntoma puede acompañarse de náuseas. El diagnóstico de la litiasis biliar se realiza a partir de la clínica que refiere el paciente y pruebas de imagen como la ecografía.
Cuando los cálculos están situados en la vesícula biliar, lo más común es proceder directamente a su extirpación (colecistectomía). Si, por lo contrario, los cálculos se localizan en el conducto biliar, el médico procede a eliminarlos mediante endoscopia. Normalmente, el tratamiento suele realizarse cuando la litiasis biliar es clínicamente sintomática.
¿Forma en que se diagnostican y evalúan los cálculos biliares?
Se utilizan exámenes por imágenes para proporcionar a su médico información muy valiosa sobre los cálculos biliares, tales como ubicación, tamaño y el efecto en la función de los órganos. Algunos tipos de exámenes por imágenes que su médico podría ordenar incluyen:
Ultrasonido abdominal: el ultrasonido produce imágenes de la vesícula biliar y los ductos biliares. Identifica signos de inflamación o evidencias de que existe un bloqueo del flujo de la bilis. El ultrasonido es el exámen más utilizado para evaluar anormalidades en la vesícula biliar.
TAC abdominal: la TAC produce rápidamente imágenes detalladas de la vesícula biliar y de los ductos biliares, para buscar señales de inflamación o evidencia de que existe un bloqueo en el flujo de la bilis.
Colangiopancreatografia por resonancia magnética (CPRM): la CPRM es un examen por RMN que produce imágenes detalladas del hígado, vesícula biliar, ductos biliares, páncreas y ductos pancreáticos. Identifica cálculos biliares y puede identificar inflamación o bloqueo de la vesícula biliar o los ductos biliares.