En qué consiste la detección temprana del cáncer de seno
Los exámenes de detección temprana son pruebas que se realizan para encontrar una enfermedad antes de que comiencen los síntomas. El objetivo de la detección temprana es detectar una enfermedad en su etapa más temprana y más tratable. Para que pueda ser ampliamente aceptado y recomendado por los médicos, un programa de detección temprana debe cumplir con una serie de criterios, que incluyen la reducción del número de muertes por la enfermedad.
Las pruebas de detección pueden incluir pruebas de laboratorio para evaluar la sangre y otros fluídos, pruebas genéticas que buscan marcadores genéticos heredados asociados a la enfermedad, y los exámenes por imágenes que producen imágenes del interior del cuerpo. Estas pruebas generalmente están disponibles para la población en general; sin embargo, las necesidades de una persona con respecto a una prueba de detección se basan en factores tales como la edad, el sexo y los antecedentes familiares.
En la detección temprana del cáncer de seno, una mujer que no tiene signos o síntomas de cáncer de seno se somete a uno de los siguientes exámenes del seno:
Examen clínico de seno: un examen físico del seno realizado por un médico u otro profesional de la salud.
Mamografía: un examen por rayos-X de dosis baja que produce imágenes del seno denominadas mamografía. La mamografía juega un papel central en la detección temprana del cáncer de seno, ya que puede identificar cambios en los senos, antes de que el médico o el paciente los puedan sentir. Las investigaciones han mostrado que las mamografías anuales pueden ayudar a detectar los cánceres de seno en forma temprana, etapa en la que hay mayores posibilidades de curación y donde existe la posibilidad de realizar terapias conservadoras de los senos. La mamografía también puede identificar un carcinoma ductal in situ (CDIS), células anormales en el revestimiento del conducto del seno que pueden convertirse en un cáncer invasivo. La mamografía es la única herramienta de detección temprana del cáncer de seno capaz de reducir las muertes causadas por la enfermedad
Detección temprana complementaria del cáncer de seno
Muchos estudios han mostrado que el ultrasonido y la resonancia magnética nuclear (RMN) pueden ayudar a complementar la mamografía, detectando los cánceres de seno que podrían no ser detectables con una mamografía. Ni la RMN ni el ultrasonido pueden reemplazar a la mamografía. Más bien, se utilizan en combinación con la mamografía en un grupo selecto de mujeres. Las mujeres deben consultar con sus respectivos médicos remitentes o radiólogos para determinar si la RMN o el ultrasonido son adecuados para ellas.
La RMN del seno se puede usar en las mujeres con alto riesgo de cáncer de seno, generalmente debido a un fuerte historial familiar de la enfermedad.
El ultrasonido del seno se puede usar en las mujeres que presentan un alto riesgo de cáncer de seno y que no se pueden someter a un examen de RMN, o las mujeres que están embarazadas y no deben ser expuestas a los rayos X utilizados en la mamografía. El ultrasonido del seno también se utiliza para identificar a las mujeres que tienen tejidos densos en los senos; esto significa que tienen una gran cantidad de conductos, glándulas, tejido fibroso, y menos grasa, lo que hace que sea más difícil encontrar los cánceres con la mamografía tradicional.
Acerca del cáncer de seno
El cáncer de seno es un cáncer que se forma en los tejidos del seno, por lo general en los conductos (tubos que llevan leche al pezón) y en los lobulillos (glándulas que producen leche). Se da tanto en hombres como en mujeres, aunque el cáncer de seno masculino es poco común.
El cáncer de seno es la segunda causa principal de muerte por cáncer entre las mujeres del mundo. Entre una y ocho mujeres serán diagnosticadas con la enfermedad a lo largo de su vida. El riesgo de una mujer de desarrollar cáncer de seno aumenta con:
la edad
un historial familiar de la enfermedad
una mutation identificada en los genes BRCA1 0 BRCA2
primera menstruación a una edad temprana
edad más avanzada en el momento del nacimiento del primer hijo; o nunca haber dado a luz
seno con tejido denso denso
el uso de hormonas tales como el estrógeno y la progesterona
obesidad
el consumo de bebidas alcohólicas
Las mujeres que presentan un alto riesgo de cáncer de seno incluyen a aquellas que tienen:
una mutación en los genes BRCA1 0 BRCA2
un pariente de primer grado (madre, padre, hermano, hermana o hija/a) con una mutación en los genes BRCA1 0 BRCA2, que aún no se ha hecho las pruebas genéticas para determinar si tiene la mutación o no.
un riesgo de por vida de cáncer de seno de un 20 a un 25 por ciento o más, de acuerdo con herramientas para la evaluación de riesgo basadas principalmente en un historial familiar que incluye información familiar, tanto por parte de la madre como del padre
recibió terapia de radiación en el pecho cuando tenía entre 10 y 30 años
una enfermedad genética como síndrome de Liu Fraumeni, el síndrome de Cowden, o el cáncer gástrico hereditario difuso, o tiene un pariente de primer grado con una de estas enfermedades
un historial personal de cáncer de seno
fuente : radiologyinfo.org