Introducción
La neumonía es una infección de uno o los dos pulmones. Muchos gérmenes, como bacterias, virus u hongos, pueden causarla. También se puede desarrollar al inhalar líquidos o químicos. Las personas con mayor riesgo son las mayores de 65 años o menores de dos años o aquellas personas que tienen otros problemas de salud.
Los síntomas de la neumonía varían de leves a severos. Vea a su doctor a la brevedad si usted:
Tiene fiebre alta
Tiene escalofríos
Tiene tos con flema que no mejora o empeora
Le falta la respiración al hacer sus tareas diarias
Le duele el pecho al respirar o toser
Se siente peor después de un resfrío o gripe
Su médico usará su historial médico, un examen físico y pruebas de laboratorio para diagnosticar la neumonía. El tratamiento depende del tipo que usted tenga. Si las bacterias son la causa, los antibióticos deberán ayudar. Si usted tiene neumonía viral, el médico puede recetar un medicamento antiviral para tratarla.
Es mejor prevenir la neumonía que tratarla. Hay vacunas disponibles para prevenir la neumonía neumocócica y la gripe. Otras medidas preventivas incluyen lavarse las manos con frecuencia y no fumar.
Forma en que se diagnostica y evalúa la neumonía
Su médico comenzará por preguntarle sobre su historia médica y sus síntomas. También se lo someterá a un examen físico, para que su médico pueda escuchar sus pulmones. Mientras trata de determinar si usted tiene neumonía, su médico prestará atención a sonidos fuera de lo normal, que suenan como silbidos, ronquidos o crujidos. Si su médico piensa que usted tiene neumonía, entonces se le realizarán exámenes por imágenes para confirmar el diagnóstico.
Para evaluar si usted tiene neumonía podrían ordenarse uno o más de estos exámenes:
Rayos X del tórax: un examen por rayos X permitirá a su médico visualizar los pulmones, corazón y vasos sanguíneos para ayudar a determinar si usted padece de neumonía. Cuando interprete los rayos X, el radiólogo buscará puntos blancos en los pulmones (llamados infiltrados) que son característicos de una infección. Este examen también ayudará a determinar si usted padece de algunas de las complicación relacionadas con la neumonía, tales como efusiones pleurales (fluido alrededor de los pulmones).
TAC de los pulmones: se puede realizar una exploración por TAC del tórax para ver detalles finos dentro de los pulmones y detectar neumonías que podrían ser más difíciles de ver en un rayo X simple. La exploración por TAC también muestra con gran detalle las vías aéreas (tráquea y bronquios) y puede ayudar a determinar si la neumonía podría estar relacionada con un problema dentro de las vías respiratorias. La exploración por TAC también puede identificar complicaciones relacionadas con la neumonía, abscesos o efusiones pleurales y ganglios linfáticos agrandados.
Ultrasonido del tórax: se puede utilizar un ultrasonido cuando se sospecha que hay fluido alrededor de los pulmones. El examen por ultrasonido ayudará a determinar la cantidad de fluido presente, y también puede ayudar a determinar la causa de la acumulación del fluido.
RMN del tórax: por lo general, la RMN no se utiliza para evaluar la neumonía, pero podría ser utilizada para visualizar el corazón, los vasos sanguíneos del tórax y las estructuras de las paredes del tórax. Si los pulmones son anormales debido al exceso de fluido, infección o tumor, una RMN puede proporcionar información adicional sobre las causas y la extensión de estas anormalidades.
Biopsia pulmonar por aspiración: su médico podría ordenar una biopsia del/los pulmón/es para determinar la causa de la neumonía. Este procedimiento involucra la remoción de varias muestras pequeñas del/los pulmón/es y su posterior evaluación. Las biopsias del pulmón pueden llevarse a cabo utilizando rayos X, TAC, ultrasonido y/o RMN
Cómo se trata de neumonía
Los siguientes tratamientos guiados por imágenes pueden ser utilizados para tratar la neumonía:
Toracocentesis: para ayudar a su médico a determinar qué tipo de germen está causando su enfermedad, se puede extraer fluido de la cavidad de su tórax para su posterior análisis. Durante la toracocentesis se pueden usar rayos X, TAC y/o ultrasonido. El fluido extraído durante el procedimiento, también podría ser de ayuda para aliviar los síntomas.
Colocación de un tubo torácico: durante este procedimiento, también conocido como toracostomía, se inserta un tubo delgado de plástico dentro del espacio pleural (el área entre las paredes del tórax y los pulmones). El tubo puede ayudar a remover el exceso de fluido o aire. El procedimiento se realiza bajo la guía de una TAC o un ultrasonido.
Drenaje de absceso: guiado por imágenes: la guía por imágenes ayuda directamente a la colocación de la aguja dentro de la cavidad del absceso, y puede ayudar durante la inserción de un tubo de drenaje (catéter). Se utiliza la guía por imágenes con fluoroscopia, rayos X, ultrasonido o TAC.
Cada uno de estos exámenes ayudará a su médico a evaluar más extensivamente sus pulmones y su función pulmonar, o ayudarán a determinar el tipo de germen que está causando su neumonía.