El año toca a su fin y es momento de hacer recuento de todo lo bueno y lo malo que hemos hecho durante estos doce meses.
Seguramente llegarás a la misma conclusión que nosotros: tener buena salud es lo más importante de todo.
Uno de los pilares de una vida sana y activa es el deporte. Da igual la edad que tengas, los hay para todos los gustos y adaptables a toda condición física. Realiza al menos 30 minutos de ejercicio diario un mínimo de tres días a la semana y notarás sus beneficios no sólo en tu cuerpo, también en tu mente.
A la mejora de tu forma física, el fortalecimiento de tus huesos, el control del sobrepeso o el aumento de la movilidad de tus articulaciones se añadirá una sensación de satisfacción con uno mismo que viene provocada por la liberación de endorfinas que se produce en la práctica deportiva. La agresividad y el estrés acumulados en la jornada laboral se reducirán en una proporción inversamente proporcional al aumento de tu autoestima y bienestar general. Si le dabas vueltas pero no acababas de decidirte, ya es hora de apuntarte al gimnasio, verás que no es para tanto y poco a poco te enganchará.
Agregar ejercicio a su rutina puede tener un efecto positivo en su vida.
El ejercicio puede:
Reducir el riesgo de enfermedades del corazón, presión arterial alta, osteoporosis, diabetes, y obesidad.
Mantener las articulaciones, tendones y ligamentos flexibles, lo que hace que sea más fácil moverse y disminuye las posibilidades de que se caiga.
Reducir algunos de los efectos del envejecimiento, especialmente la incomodidad de la osteoartritis.
Contribuir al bienestar mental y ayudar a tratar la depresión.
Ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad.
Aumentar la energía y la resistencia.
Mejorar el sueño.
Ayudar a mantener un peso normal al acelerar su metabolismo (la velocidad a la que quema calorías).
¿Cualquiera puede hacer ejercicio?
Todo el mundo puede beneficiarse de la actividad física. Para la mayoría de la gente, es posible comenzar a hacer ejercicio por su cuenta a un ritmo más lento. Si nunca antes ha hecho ejercicio, comience con un período de 10 minutos de ejercicio ligero. Una caminata rápida todos los días es un buen ejercicio para empezar. Aumente, de a poco, la dificultad y duración del ejercicio.
Para evitar lesiones durante el ejercicio, no trate de hacer demasiado de golpe. Comience con una actividad que le resulte bastante fácil, como caminar. Hágalo durante unos pocos minutos al día, varias veces al día. Aumente, poco a poco, la cantidad de tiempo y la intensidad de la actividad. Por ejemplo, aumente la cantidad de tiempo que camina y la velocidad en el transcurso de varias semanas.
Tratar de esforzarse demasiado al principio podría causar distensión muscular o un esguince. Cuando esto sucede, tendrá que esperar a que la lesión sane antes de continuar con su programa de ejercicios. Esto realmente puede desviar sus metas de salud.
Hable con su médico antes de comenzar un nuevo plan de ejercicios. Esto es especialmente importante si usted ya se encuentra bajo un control médico debido a un problema de salud, tal como enfermedades del corazón u osteoartritis. Usted debería tratar de hacer ejercicio, incluso si tiene una discapacidad física que limita el movimiento. Su médico lo puede ayudar a encontrar otros ejercicios para mejorar su salud en general.