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CÁNCER DE HÍGADO

Causas


El carcinoma hepatocelular es responsable de la mayoría de los cánceres del hígado. Este tipo de cáncer es más frecuente en los hombres que en las mujeres. Generalmente se diagnostica a personas de 50 años de edad o más.


El carcinoma hepatocelular no es lo mismo que cáncer con metástasis al hígado, el cual empieza en otro órgano (como la mama o el colon) y se disemina al hígado.


En la mayoría de los casos, la causa del cáncer hepático es el daño prolongado y la cicatrización del hígado (cirrosis). La cirrosis puede ser causada por:


  • Consumo excesivo de alcohol

  • Enfermedades autoinmunitarias del hígado

  • Infección por el virus de la hepatitis B o hepatitis C

  • Inflamación prolongada (crónica) del hígado

  • Sobrecarga de hierro en el cuerpo (hemocromatosis)

  • Las personas con hepatitis B o C están en alto riesgo de cáncer del hígado, incluso si no presentan cirrosis.


Síntomas


Los síntomas del cáncer hepático pueden incluir cualquiera de los siguientes:


  • Dolor abdominal o sensibilidad, especialmente en el cuadrante superior derecho

  • Tendencia al sangrado o a la formación de hematomas

  • Agrandamiento del abdomen (ascitis)

  • Coloración amarillenta de la piel o los ojos (ictericia)

  • Pérdida de peso inexplicable


Pruebas y exámenes


El médico llevará a cabo un examen físico y hará preguntas acerca de los síntomas. El examen físico puede mostrar un hígado sensible y agrandado u otros signos de cirrosis.


Si el médico sospecha de cáncer del hígado, los exámenes que se pueden solicitar incluyen:


  • Tomografía computarizada del abdomen

  • Resonancia magnética del abdominen

  • Ultrasonido abdominal

  • Biopsia del hígado

  • Pruebas de la función hepática

  • Alfa-fetoproteína en suero


A algunas personas que tienen altas probabilidades de desarrollar cáncer hepático se les pueden hacer exámenes de sangre y ultrasonidos regulares para ver si están desarrollando tumores.


Para diagnosticar el carcinoma hepatocelular con precisión, es necesario realizar una biopsia del tumor.


Tratamiento


El tratamiento depende de cuán avanzado esté el cáncer.


Se puede realizar cirugía si el tumor no se ha diseminado. Antes de la cirugía, el tumor se puede tratar con quimioterapia para reducir su tamaño. Esto se hace inyectando el medicamento directamente en el hígado con una sonda (catéter) o administrándolo de manera intravenosa (por IV).


Los tratamientos con radiación en la zona del cáncer también pueden ayudar. Pero en personas que tienen cirrosis en el hígado u otras enfermedades hepáticas es difícil llevar a cabo la radiación


La ablación (extirpación) es otro método que puede usarse. Extirpar quiere decir destruir. Los tipos de ablación incluyen el uso de:


  • Ondas de radio o microondas

  • Etanol (un alcohol) o ácido acético (vinagre)

  • Frío extremo (crioablación)


Un trasplante de hígado se puede recomendar para ciertas personas que tienen tanto cáncer como cirrosis.


Si el cáncer no se puede remover quirúrgicamente o si se ha diseminado más allá del hígado, normalmente no hay probabilidad de una cura a largo plazo. En su lugar, el tratamiento se enfoca en mejorar y extender la vida. En ese caso, el tratamiento es la terapia dirigida con fármacos conocidos como inhibidores de la tirosina cinasa que se pueden tomar como pastillas.


Grupos de apoyo


El estrés causado por la enfermedad se puede aliviar uniéndose a un grupo de apoyo para el cáncer. El hecho de compartir con otras personas que tengan experiencias y problemas en común puede ayudarle a no sentirse solo.


Expectativas (pronóstico)


Si el cáncer no se puede tratar por completo, la enfermedad generalmente es mortal. Sin embargo, la supervivencia puede variar dependiendo de cuán avanzado esté el cáncer al momento del diagnóstico y de qué tan efectivo sea el tratamiento.


Cuándo contactar a un médico

Llame a su médocp si se presenta un dolor abdominal continuo, en especial si tiene antecedentes de alguna enfermedad hepática.


Prevención


Las medidas preventivas incluyen:


  • La prevención y el tratamiento de la hepatitis viral pueden ayudar a la reducción de los riesgos. La vacuna contra la hepatitis B en la infancia puede reducir el riesgo de cáncer del hígado en el futuro.

  • No consuma cantidades excesivas de alcohol.

  • Las personas con ciertos tipos de hemocromatosis (sobrecarga de hierro) pueden necesitar exámenes de detección de cáncer del hígado.

  • A las personas que padecen hepatitis B o C o cirrosis se les pueden recomendar pruebas de detección de cáncer del hígado.

REF: medlineplus.gov


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