El primer síntoma puede darse de dos a 14 días después de estar expuesto al coronavirus, el primer síntoma del COVID-19 suele ser la fiebre. Después se suceden los síntomas respiratorios, como la tos seca y la falta de aliento, que a menudo acaban derivando en neumonía. Los peores casos suelen sufrir insuficiencias respiratorias, que podría acabar en muerte.
De acuerdo con el informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud y Chima sobre el COVID-19 el 20 de febrero, el 80% de los casos confirmados eran de leves a moderados, el 14% eran graves y el 6% eran críticos. Para ser más claros, un caso leve de COVID-19 no es como un resfriado leve. Los síntomas siempre serán bastante severos. Cualquier cosa que no sea la falta de oxígeno te pone en esta categoría. Los casos severos necesitan oxígeno suplementario, y los críticos se caracterizan por una falta de aire y fallos multi-orgánicos.
Los síntomas, tratamientos y plazos de la enfermedad varían dependiendo de la categoría en la que se encuentren los pacientes. Por lo tanto, vamos a desglosar que es tener COVID-19 día a día para los distintos niveles de gravedad. El primer síntoma se puede dar de dos a 14 días después de estar expuesto al nuevo coronavirus. Es entonces cuando lo puedes llegar a sentir como un resfriado o como la gripe común. Muchos pacientes desarrollan fiebres muy al principio. La misión conjunta OMS-China vio que cerca del 88% de las personas que padecían COVID-19 tenían fiebre.
Otro estudio realizado en China demostró que, mientras que solo el 44% de los pacientes tenían fiebre al ser admitidos en el hospital, el 89% la desarrolló con el tiempo. Pero ha habido algunos casos que llegaron con dolencias gastrointestinales. Diarrea, náuseas, vómitos y/o molestias abdominales pueden aparecer un par de días antes de los síntomas respiratorios. Sin embargo, esto no algo que se de siempre, porque el COVID-19 es una enfermedad principalmente respiratoria. Esto significa que, en la mayoría de los pacientes, el virus comenzará y terminará en los pulmones. En los primeros días de la infección, el virus invade las células pulmonares. Concretamente, puede dañar los cilios, las extensiones capilares que se mueven para mantener las vías respiratorias libres de mucosa y deshechos. Cuando las células se infectan, mueren y se desprenden, adhiriéndose a los deshechos y obstaculizando la capacidad del cuerpo para mantener la cosas fuera de los pulmones y la tráquea. La inflamación causa daños, y los daños causan más inflamaciones, y este ciclo podría continuar hasta que no quedase ningún tejido sano. Y la inflamación podría explicar porqué la tos seca es uno de los síntomas más comunes. Lo mismo ocurre con la falta de respiración y la producción de flema.
Otros síntomas que pueden darse durante ese momento son la fatiga, dolor de garganta, dolor cabeza, dolor en las articulaciones o en los músculos, escalofríos y secreciones nasales. Al quinto día, los pacientes con patologías previas pueden notar que tienen problemas a la hora de respirar, y normalmente se tardan alrededor de siete días hasta que la persona se decida y vaya al hospital. Los casos leves, sin embargo, suelen haber desaparecido para entonces. Pero aquellos con casos moderados a críticos habrán desarrollado neumonía, que puede variar de “no mortal” a grave. El tiempo de recuperación de estos pacientes puede ser desde unos pocos días hasta una semana. Sin embargo, en algunos casos severos y críticos, los síntomas pueden escalar hasta llegar a un síndrome de dificultad respiratoria aguda.
El SDRA es una enfermedad que se da cuando se acumula líquido dentro de los pulmones. La inflamación desencadena una inflamación en las células inmunes que están destinadas a atacar la infección. Normalmente están aisladas en las zonas infectadas, pero a veces el cuerpo se desborda, que es cuando las células inmunes empiezan a matar cualquier cosa en su camino, incluyendo las células sanas. El SDRA a menudo es fatal. En casos críticos, puede llevar a un fallo respiratorio, requiriendo soporte vital avanzado, y estos pacientes lo más probable es que estén en la UCI. El tratamiento del SDRA incluye oxígeno suplementario y ventilación mecánica. El objetivo es llevar más oxígeno al torrente sanguíneo.
Esa es la causa de la mayoría de las muertes por COVID-19. E incluso cuando un paciente sobrevive a esta fase, puede quedar con daños pulmonares permanentes. El SARS provocó agujeros en los pulmones de algunas de las personas infectadas, dejándolas un efecto panal, y estas lesiones se han visto en personas afectadas por el nuevo coronavirus también. Los primeros estudios encontraron que la mayoría de las personas que mueren de esa enfermedad lo harán dentro de 14 a 19 días. Y, de media, las personas que se recuperan son dadas de alta del hospital después de dos semanas y media. Pero en los casos más críticos, la recuperación puede llevar meses. Una vez que un paciente está en el período de recuperación, es posible que todavía pueda ser contagioso. Estas personas deben tratarlo con sus médicos y funcionarios de la salud para determinar cuándo dejan de ser un riesgo.
Por ahora, no hay ninguna vacuna para el virus. Así que la mejor manera de evitar enfermarse es evitar la exposición. El COVID-19 se propaga fácilmente de persona a persona a través de la tos y los estornudos. Así que lávate las manos a menudo y evita el contacto muy cercano con personas enfermas y limpia y desinfecta las superficies que usas a diario. COVID-19 debe tomarse en serio, a pesar de que la mayoría de los casos sobreviven, mantente limpio y no entres en pánico.